La película se está promocionando con el acicate de que está realizada por los
productores de esa cinta tan linda como es “El secreto de sus ojos”. Y claro
con Ricardo Darín como protagonista el gancho es doble y la tentación de verla es inmediata.
Un profesor retirado de la abogacía, venerado por sus alumnos, y un alumno
aventajado, hijo de esos amigos, que en principio, crees para siempre. Un duelo
argumental, que no interpretativo (en ese no hay color), entre ambos. Una corazonada
que se transforma en obsesión y ya sabemos las consecuencias que traen las
obsesiones mal llevadas…y poco más.
Para pasar el rato, se deja ver, la película sin Darín sería francamente mediocre. Si además no hay Irenes ni Sandovales….
Y aunque nada tenga que ver ahora recuerdo a una Irene que andará perdida, olvidada, por un rincón de este blog, voy pues a buscarla…. Irene Vinicius deMoraes
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