miércoles, 27 de julio de 2011

Mademoiselle Chambon


Supongo que será un fracaso comercial, que estará en cartelera pocos días y que será catalogada como una de esas pequeñas joyas que habitan en el olvido.
El argumento es simple: Un rudo albañil y una maestra rural que se enamoran. Y esa es toda la trama. ¿A quién va a interesarle semejante relato?
Es que en la forma de relatarlo está la cuestión, no se puede decir tanto con tan pocas palabras. Continuamente en sus diálogos emplean unas palabras cuando las miradas dicen otras distintas. Es maravillosa la escena, dónde  sentados, los ojos del uno evitan los ojos del otro y miran cuando los ojos del otro no miran. Un juego de miradas que desemboca inevitablemente en un reconocimiento compartido de la atracción más irresistible.
O cuando toca el violín de espaldas a él y como posteriormente la música la rememora de regreso a casa, ¿se puede transmitir más con menos?  



Una película que transmite fundamentalmente sensaciones y que lo consigue sobradamente, no sé si contribuyó a ello la relación que ambos protagonistas tuvieron años antes de realizarse la película. Magistrales  Sandrine Kiberlain y Vincent Lindon.

Segunda película del desconocido para mí, hasta ahora, Stéphane Brizé que supo mostrarme el final  de su película con bastante antelación pero con imágenes preciosas y una música exquisita. 






Io sono l'amore (Yo soy el amor)


Pues ni fu ni fa. Una familia de la alta burguesía en plena decadencia tocada por la varita de la globalización. El comienzo me parece prometedor, pero cuando atisbas de qué va la película la decepción va en aumento. No transmite, y una película no puede vivir sólo de unos buenos planos. El autodefinido nuevo Visconti le queda un mundo para aproximarse a Luchino.  Yo no le encontré la belleza a tanto silencio, miradas y música al final de la peli, más bien me resultó aburrida y sin provocar vibraciones.
A la película se le podía haber sacado más jugo como serie de TV. De todas formas, después de leer las críticas a su paso por distintos festivales, debo recomendarla pues son muchas las opiniones favorables.
La escena dónde degusta el plato de gambas que cocina su amor resume il mio punto di vista sobre la película en sí: Superficial y pretenciosa.