Así no se puede ir por la vida leñe, y más si es la vida de la frontera, la de la ley del más fuerte, esa en espera de una convivencia ilusionante donde impere el orden, la ley y la democracia. Y tú vas y de un disparo, de un solo disparo te entierras vivo, renuncias a todo, incendias ese presente doloroso para que nunca se sepa más del hombre que mató a Liberty Valance.
Claro que tu no eras el soñador que llegó con sus libros a cambiar el mundo, ese encantador de serpientes que te arrebató lo que más querías y que la política domesticó en pocos años, tú Tom ……eras otra cosa.
Y nunca supiste que ella, en realidad, de quién estaba enamorada era de ti….Ains.
Pues una del Oeste, en blanco y negro, con apenas diálogos de colts, aunque John Ford nos propone uno muy original en una escena memorable. La cinta trata de una época que se apaga, dónde ya los Tom y Libertys no van a tener cabida, algo parecido a lo que sucederá a partir de entonces con el clásico western tal como lo anunciaba el irlandés en esta gran película.
Muchas críticas, como en casi todas sus películas, recibió Ford por el personaje de Tom Doniphon más no puedo estar de acuerdo ya que lo que representa dicho personaje dejaba de tener sentido para el director en una sociedad en libertad. A Tom sólo le importaban sus caballos y la casa que construía para ella….. eso y no la llegada de la civilización. A él le daba igual la aparición del nuevo mundo o la desaparición del que representaba Valance, su mundo se derrumbó con aquel disparo.
La peli tiene de todo, un comienzo y un final muy parecidos pero muy distintos si uno se fija bien, unos secundarios de lujo, un largo flash back y dentro del mismo otro muy revelador, la leyenda y los hechos, la escuela, la prensa, las primeras elecciones, amistad, fidelidad, amor, emotividad, el Universo Fordiano en suma.
Ni que decir tiene que para mí es una obra maestra, quién me lo iba a decir aquella tarde en que nada más sentarme apareció la decepción del blanco y negro en esa peli tan rara de nuestro adorado Oeste. ¡¡¡Qué difícil nos lo puso el maestro a niños que esperábamos ansiosos la película semanal de vaqueros para jugar todas las horas del lunes imitando a sus héroes!!!
¡Y qué bonita la flor de cactus Hallie……….!
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