In the mood for love
supe que a partir de entonces guardaría fidelidad a Wong y que Kar Wai sería mi profeta. Vaya que si me llegó ese mundo suyo tan personalísimo expresado con esa mezcla cautivadora de imagenes y música....
Más tarde (de casualidad) vi en TV una de sus primeras películas:"Chungking Express" que está dividida en dos partes bien diferenciadas y de la que cierto día creo que entre fritadas y fritadas de tomates puse en este blog su banda sonora.Dicen que Quentin Tarantino quedó prendado al verla, supongo que sería de la primera de sus partes. A mi me gusta más la segunda...
Aquí está la secuencia que enlaza ambas partes:
Chungking express
Después me llegó por medio de otro amigo "2046" tambien comentada aquí hace tiempo. Dejo este largo resumen sin palabras (aún cuando las palabras sean tan importantes en sus películas) para que se entienda la fuerza visual de las imagenes con la música de Umebayashi, que en cierto modo es el denominador común de ese su estilo tan personal. ¿Hacen falta las palabras para entender la historia?
2046
Luego vino "Happy Thogether" (el orden no es el cronológico sino en el que yo las vi), esta vez la historia de amor fue la de una pareja homosexual.
Happy together
Y un día en un cine sevillano, con Hildy, asistimos a un particular homenaje al beso en la infravalorada y extraordinaria (que voy a decir yo....) "My blueberry nights".
My blueberry nights
Cuando leí que estrenó una película de artes marciales (creo que hace años hizo una o dos de este género) en principio la recibí distante, pero luego, a la primera oportunidad, tuve por fuerza que verla, es lo que pasa cuando estás desde hace "In the mood for love" de tiempo sometido al culto a un director.
En el prólogo ya nos presenta al maestro de sombrero blanco en plena acción kungfuciforme abatiendo a sus oponentes bajo esa lluvía pertinaz y decorativa.
The grandmaster
¿Verdad que al verlas , vaya de lo que vaya la película, esas imágenes no van a dejar que tus ojos vuelen hacia otras sendas?
Y es que en sus manos un duelo se puede convertir en una danza coral, a veces de muerte....
a veces de amor....
Por supuesto que hay mucho más que artes marciales en la película, y ese mucho más es Wong kar wai, que a pesar de ser reiterativo en su temática sabes que te dejarás arrastrar sin oposición a su mundo de palabras nunca dichas, de amores nunca vividos y de sentimientos siempre al borde de la penumbra y de lo ilusurio. Porque se es o no se es de Wong kar wai, es como una religión que película tras película te deja atrapado por sus imágenes, por su música, por sus historias que realmente siempre son la misma aunque vista desde diferentes perspectivas.
En el cine de Wong casi siempre aparece el omnipresente Tony Leung… y sus mujeres. Aquí tendrá una relación, que más que de ruidos estaba hecha de silencios, con alguien que hablaba poco pero que sabía cómo lastimar con sus palabras. Y otra relación con la hija ( Zhang Ziyi de nuevo) de un maestro, a la que escuchamos decir que la vida sin remordimientos sería aburrida, quizás porque su vida está determinada por al ansía de venganza, pero aún en el alma más vengativa hay espacio para el amor nacido entre las miradas de un duelo de bienvenidas.
Ains Wong kar wai y las heridas del tiempo….
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