Algunas veces el menos común de los sentidos da señales de alerta cuando ya es demasiado
tarde. Entonces lo inevitable hace acto
de presencia y ya no hay freno ni marcha atrás.
Esta es la historia de un insaciable bebedor de historias,
que una tarde se topa con la redacción
de un alumno raro, por brillante, y sorprendente. Cuando se entera de dónde
obtuvo, ese imberbe que se sienta en la última fila, el argumento de su redacción, el profe de literatura le animará
a que siga escribiendo sobre el tema. Y es que, en cierto modo, su alumno le
recuerda a él mismo en su adolescencia. Poco a poco, el profesor, sin darse
cuenta, tomará parte activa en el desarrollo de esa historia entregada por
fascículos. ¿Cómo? Corrigiendo al
alumno, mostrándole nuevas vías, sugiriéndole formas de actuación y animándole
constantemente hacia el triple salto mortal.
Claro que el alumno no necesitaba mucho estímulo pues con el tiempo se percata de que tiene atrapado a su profesor dentro de su historia y, embriagado de poder, le hace protagonista de ella. ¡Pobre profesor!
Claro que el alumno no necesitaba mucho estímulo pues con el tiempo se percata de que tiene atrapado a su profesor dentro de su historia y, embriagado de poder, le hace protagonista de ella. ¡Pobre profesor!
Y tú, inocente
espectador sin darte cuenta, sin comerlo ni beberlo, también quedarás atrapado en la historia y,
como el profesor, esperaras con idéntica avidez cada entrega y ni serás capaz de distinguir entre la ficción y la ficción
dentro de la ficción. Bueno….Tampoco importa mucho, lo importante es la
película en sí, el modo de contarla y tu implicación en ella. Porque es la
historia de una pasión por las historias. Así que si te gustan…. Buen provecho.
Y no te obsesiones….
No hay comentarios:
Publicar un comentario