- Cuando
descubrí a aquellos casi cuarentones se encontraban caminando sin rumbo ante el
fin de las ideologías. Eran escépticos de la vida, habían perdido toda
esperanza de paraíso terrenal, más se empeñaban en beberla hasta el último sorbo. Aquellos hijos
del mayo francés me tendieron un puente de complicidad en “El declive del imperio americano”. Casi 20 años más
tarde, Dennis Arcand los volvió a mostrar y,
supe qué fue de sus vidas integradas al sistema y desbordadas por “Lasinvasiones bárbaras” mientras de frente asomaba la inevitable malahora.
- “El reino de la belleza” no se entiende sin
tener presente las dos películas anteriormente mencionadas. Y es que continuamente las tienes en el reino
de la memoria mientras transcurre una película donde reina
lo aburrido, lo superficial, lo
estéticamente bello, lo limpio, lo perfecto, la ausencia de compromiso vital……todo
aquello que a nuestros antihéroes les repugnaba y contra lo que se sublevaban.
3. Los personajes ahora, quizás sus hijos, quizás sus nietos, no muestran sus
sentimientos porque su sensibilidad está adormecida hasta límites grotescos. Son
jóvenes y guapos viviendo en casas de diseño y de ensueño, en una ciudad tranquila y limpia, lejos del
mundanal planeta, cautivos del mercado,
el golf, el tenis, la aventura extraconyugal.
No sienten celos porque no aman,
y son “felices” porque no han sentido ni conocido otra cosa…..
4.Ya no habrá memoria
ni reino para el utópico anarquismo, los mazazos de Sartre, la sed de pasión en
lo cotidiano, los ojos cansados de tanto leer, la búsqueda del paraíso aún a
sabiendas de que no existe. Aquellos locos se fueron para siempre….