miércoles, 16 de julio de 2014

La fuente de las mujeres



¿Y tú? ¿Qué piensas de las mujeres? Leila le hace, en un instante de la película, esta pregunta a su marido pero en realidad le está preguntando a todo el género masculino y es en ese momento, en ese brevísimo tiempo de soledad e incomprensión, cuando su mirada, se alza hacia los ojos de cualquier hombre.
 La película no te cuenta nada que no sepas sobre el papel de la mujer en el mundo musulmán, sin embargo, es la forma de contarla, de exponerla, lo que le da una dimensión de arte y emotividad.
Yo que tú….. católico, protestante, ateo, budista, hindú o seguidor de Zoroastro,  vería la película y más tarde inexcusablemente, quedamente, en cualquier atardecer sentado hacia el Sol rojo imponente me haría la pregunta: ¿Y yo? ¿Qué pienso yo de las mujeres?
 Una zona rural y deprimida del Norte de  África o del Oriente Medio, las mujeres tienen que ir hacia una colina y a través de un sin camino, un largo y sinuoso camino lleno de piedras y pendientes  para abastecer de agua al poblado mientras que los hombres (unos hombres que al decir de las propias mujeres tienen unos corazones más secos que las ramas de cierto pozo), no tienen otra cosa que hacer
 
  que matar el tiempo charlando en el bar entre tomas de té. Una huelga de sexo que no de amor, Lisistratas sedientas de ser. El Corán, las mil y una noches, el imán, un fotógrafo, un maestro, una cultura, la denegación del acceso al saber  para seguir manteniendo el poder, la tradición de siglos….  
¡Qué linda la forma de expresar las mujeres su rebelión mediante canciones y danzas!
  ¡Qué personaje el de la viuda (Viejo Fusil)! ¡Qué pedazo de actriz! La película a modo de fábula está contada con humor y con amor y es de las películas que te atrapan y de las que no quieres perderte ninguna frase aunque estés deseando ir  al ambigú a por una cervecita fresca.
Yo siempre he pensado de las mujeres que nos dan veinte vueltas y que no nos dan veintiuna porque a las veinte acabamos por los suelos. No se podría nunca trasladar lo denunciado a  la  a la sociedad occidental, pero todos sabemos que queda aún  mucho rescoldo, muchísimo machismo, muchísima intolerancia, y que hay que seguir dando muchos,  muchos pasos. Así que desde aquí sirva la película también como homenaje a todas esas anónimas amas de casa humildes, calladas, hacendosas, vírgenes en el no quiero que merecen un trono de reinas.
Una de las canciones que cantaban mientras bailan comienza así: La mujer es un pájaro que anuncia el amanecer. Es la energía que hace avanzar el tiempo…
La vimos anoche en la Isla de la Cartuja, en los jardines del pabellón de Marruecos. Un buen ambiente, buen rollo, mucho funcionario decía Hildy jajajaja, cine de verano gratuito en un magnífico sitio. Todos los martes del mes de Julio dan cine gratis, en el próximo incluiremos la tortilla de patatas.

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