¿Y tú? ¿Qué piensas de las mujeres? Leila le hace, en un
instante de la película, esta pregunta a su marido pero en realidad le está
preguntando a todo el género masculino y es en ese momento, en ese brevísimo
tiempo de soledad e incomprensión, cuando su mirada, se alza hacia los ojos de
cualquier hombre.
La película no te
cuenta nada que no sepas sobre el papel de la mujer en el mundo musulmán, sin
embargo, es la forma de contarla, de exponerla, lo que le da una dimensión de
arte y emotividad.
Yo que tú….. católico, protestante, ateo, budista, hindú o
seguidor de Zoroastro, vería la película
y más tarde inexcusablemente, quedamente, en cualquier atardecer sentado hacia
el Sol rojo imponente me haría la pregunta: ¿Y yo? ¿Qué pienso yo de las
mujeres?
Una zona rural y deprimida del Norte de África o del Oriente Medio, las mujeres tienen
que ir hacia una colina y a través de un sin camino, un largo y sinuoso camino lleno de piedras y pendientes para abastecer de agua al poblado mientras
que los hombres (unos hombres que al decir de las propias mujeres tienen unos
corazones más secos que las ramas de cierto pozo), no tienen otra cosa que hacer
que matar el
tiempo charlando en el bar entre tomas de té. Una huelga de sexo que no de amor,
Lisistratas sedientas de ser. El Corán, las mil y una noches, el imán, un
fotógrafo, un maestro, una cultura, la denegación del acceso al saber para seguir manteniendo el poder, la
tradición de siglos….
¡Qué linda la forma de expresar las mujeres su rebelión
mediante canciones y danzas!
¡Qué personaje el de la viuda (Viejo Fusil)! ¡Qué
pedazo de actriz! La película a modo de fábula está contada con humor y con
amor y es de las películas que te atrapan y de las que no quieres perderte
ninguna frase aunque estés deseando ir
al ambigú a por una cervecita fresca.
Yo siempre he pensado de las mujeres que nos dan veinte
vueltas y que no nos dan veintiuna porque a las veinte acabamos por los suelos.
No se podría nunca trasladar lo denunciado a
la a la sociedad occidental, pero
todos sabemos que queda aún mucho
rescoldo, muchísimo machismo, muchísima intolerancia, y que hay que seguir
dando muchos, muchos pasos. Así que
desde aquí sirva la película también como homenaje a todas esas anónimas amas
de casa humildes, calladas, hacendosas, vírgenes en el no quiero que merecen un
trono de reinas.
Una de las canciones que cantaban mientras bailan comienza
así: La mujer es un pájaro que
anuncia el amanecer. Es la energía que hace avanzar el tiempo…
La vimos anoche en la Isla de la Cartuja, en los jardines
del pabellón de Marruecos. Un buen ambiente, buen rollo, mucho funcionario
decía Hildy jajajaja, cine de verano gratuito en un magnífico sitio. Todos los
martes del mes de Julio dan cine gratis, en el próximo incluiremos la tortilla
de patatas.
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