A veces me topo con una peli y me digo bueno ya la veré, y por diversas razones vas posponiendo su visionado.
Yo de Haneke sólo había visto “Funny Games” y, supongo que como a todos, no me dejó indiferente.
No había leído una sola crítica de “La cinta blanca”, me dejaba guiar por su carátula y mi imaginación, de modo que la asociaba a una especie de neorrealismo tipo “Alemania año cero”.
Es una obra redonda, no se le puede pedir más a una película, quizás se eche de menos una banda sonora, aunque es posible que el silencio forme parte también de esa atmósfera cerrada que nos invade durante toda la proyección.
Qué difícil es encontrar lo bello mientras estás visionando los más recónditos terrenos de la miseria humana, lo más abyecto, lo más terrible de nuestra naturaleza.
Y es que con esa genialidad, digna de Dreyer, te va envolviendo lentamente y te va llevando, plano tras maravilloso plano, a esa ciudad para que disecciones a los personajes a tu gusto, te los muestra y te dice tuyos son, interprétalos….
La película va bastante más allá de la mera descripción de las semillas del fascismo alemán. Nunca mejor descrito eso de “aquellos barros trajeron estos lodos” desde luego que sí, aunque yo creo que plantea unos conceptos más universales.
La educación, por ejemplo. Que va mucho más allá de las palabras, de la escuela y de los libros….
Viéndola nos dice algo que sabemos, sí, pero.....¡ cómo nos lo dice !Lo que se nos inculca a ciertas edades se queda dentro de nosotros tan profundamente enraizado que difícilmente dejará de formar ya parte de nosotros mismos a lo largo de nuestra existencia.
Terrible y maravillosa película…